Los colores y las relaciones humanas (II)
La semana pasada te hablamos en este post de la vertiente positiva y negativa de algunos colores. En concreto, nos referimos al azul, amarillo, negro y rojo. Te traemos la segunda parte de este capítulo. ¡No te pierdas lo que significa cada color y utilízalos en tu vida cotidiana para crear emociones y sentimientos positivos!
- Blanco. El color blanco puede asociarse con todo lo contrario que transmite el color negro. En su significado más extendido, este color es símbolo de pureza, bondad e inocencia. Además, se relaciona con la paz y la humildad. Sin embargo -y como todos los colores- tiene una versión negativa, en la que puede identificarse con la frialdad, lo calculador y la soledad. En algunas culturas orientales y africanas, se relaciona con la muerte.
- Naranja. Es sin duda el color idóneo para la actividad, la acción y el entusiasmo. Se asocia con el optimismo, con las ganas de comerse el mundo y la fuerza. En su lado negativo, puede estar relacionado con la locura y la lujuria.
- Verde. Seguro que has escuchado miles de veces que el verde es el color de la esperanza. Correcto. Además, también suele asociarse con la tranquilidad, la calma, la Naturaleza y la salud. En el interior de los hogares, la decoración o pintura en verde es ideal para invitar a la relajación. En ámbito más negativo, encontramos que el verde es avaricia, maldad y envidia.
- Rosa. Este color siempre se ha puntualizado como el de la dulzura, la inocencia, la delicadeza y el amor más puro -no tiene por qué ser amor romántico-. Durante muchos años se ha asociado con lo femenino. Por su parte, los aspectos negativos de este color son la sensación de debilidad y la vulnerabilidad.